Origen del parchís... no muy inocente

El origen del parchís un juego de mesa que goza de gran popularidad se ubica en el imperio mogol y durante cientos de años ha sido una opción de diversión para grandes y más tarde también para chicos. Te voy a contar un poco sobre sus orígenes porque considero que apreciamos mejor los clásicos cuando sabemos un poco acerca de dónde vienen y cómo evolucionaron.

Este juego del cual hoy disfrutamos una versión amena e inocente tuvo su origen como solución a un “problema” que se le planteaba a Yalaluddin Muhammad Akbar emperador mogol que conquistó el norte de La India y cuyo reinado duró 50 años desde 1556 hasta 1605.

Akbar y el origen del parchís

Akbar, que contaba con un gran harén, se sentaba en su trono ubicado en el centro de un patio de mármol; el patio estaba dispuesto a modo de tablero gigante en forma de cruz.

En el tablero, 16 jóvenes mujeres todas hermosas, organizadas en cuatro equipos, ataviadas con vestidos rojos, verdes, amarillos y azules se movían entre cuadros blancos y rojos de acuerdo con la tirada de veinticinco cauríes (conchas de moluscos). Aquí está claro el origen del color de las fichas del parchís.

El nombre del juego proviene de la palabra “pacisi” o “pacis” que en indostaní significa veinticinco en alusión al número de conchas utilizadas a modo de dado.

Las conchas que cayesen con la apertura hacia arriba se contaban y era el número de cuadros que avanzaba una de las jóvenes. La primera que lograse llegar a la meta era la seleccionada para compartir el lecho con su señor.

Los nobles adoptaron el juego tal y como lo jugaba Akbar; por su parte, los más humildes también lo jugaban, pero utilizando un paño bordado o dibujado a modo de tablero; las fichas consistían en piedras de colores y los dados seguían siendo las mismas conchas de caurí.

Fue en el siglo XVIII cuando los ingleses introdujeron el juego en Europa; en 1862 se comenzó a producir de forma comercial y ganó mucha aceptación.

En su origen el parchís era solo para adultos

Era considerado un juego para adultos y se solía jugar para hacer apuestas; al poco tiempo apareció la versión infantil que hoy conocemos como Ludo. Con el paso del tiempo el juego fue entrando a los hogares y se convirtió en un juego de mesa familiar.

Durante años ha estado presente en miles de hogares y sigue siendo uno de los juegos favoritos para la familia; también es frecuente jugarlo en reuniones con buenos amigos que buscan compartir un rato ameno.

En la actualidad, también está disponible el parchís online que está muy bien, pero es bueno dejar los dispositivos móviles a un lado de vez en cuando y sentarnos en una mesa a jugar con fichas y dados reales al mismo tiempo que pasamos un rato divertido con nuestros seres queridos mientras transcurren las partidas.

Tal y como se ha hecho a lo largo de tantos siglos.