Orígenes del senderismo, breve recuento

Hablar de los orígenes del senderismo es hablar de la historia del hombre. Durante miles de años, caminar fue la única forma de la que disponía el hombre primitivo para moverse de un lugar a otro.

Con el tiempo el humano fue desarrollando habilidades, domesticó animales y los usó como medio de transporte; más adelante inventó la rueda, creó las carretas, las carrozas y nuevas formas de movilizarse.

A partir de que el hombre dispuso de medios de transporte, durante varios siglos caminar era considerado la manera de trasladarse de la gente más pobre.

En 1778 el sacerdote Thomas West preparó una guía de caminatas por el Distrito de los Lagos en Inglaterra, llamada “Una Guía para los Lagos”; se podría decir que es la primera propuesta para practicar senderismo de la que se tiene conocimiento de manera formal.

Como actividad organizada, los orígenes del senderismo se ubican en la primera mitad del siglo XIX cuando comienza a promocionarse como una actividad para disfrutar de la naturaleza y hacer ejercicio físico.

Con el paso de los años se convirtió en una de las actividades deportivas más populares por ser tan fácil de practicar y se fueron creando diferentes tipos de senderismo.

Los orígenes del senderismo moderno

Los orígenes del senderismo como lo conocemos en la actualidad se ubican en Francia en 1947. El país europeo llevó a cabo un proyecto de señalización de rutas para establecer una red de senderismo en el país. A partir de ese momento, comienza a practicarse como actividad deportiva; gracias a ello muchos viajeros han tenido la posibilidad de conocer muchos lugares naturales.

Con el tiempo la señalización de caminos se fue extendiendo a otros países de Europa y hoy en día goza de gran popularidad en el Viejo Continente. Desde orígenes del senderismo su popularidad ha ido creciendo poco a poco y cada día son más las personas que lo practican.

En otras partes del mundo en especial en aquellos lugares dedicados al turismo existen rutas para practicar el senderismo; sin embargo, muchas de ellas deben transitarse acompañados de guías.